Tras sortear el mar de gente que ocupaba las inmediaciones del Fórum de Barcelona, llegamos al escenario en el que Suede tocaría unas horas más tarde.
Para abrir, el pop redondo de Doble Pletina, un ácido Sr. Chinarro y Goat, un grupo que la propia página del Primavera Sound describe como "A medio camino entre la psicodelia lunar y las músicas del mundo". Tuvimos tiempo para degustar una de esas cervezas de tamaño ridículo y precio irracional que se estilan en toda clase de festivales, y entre unas cosas y otras, se acercaba el momento para el cabeza de cartel.
Para abrir, el pop redondo de Doble Pletina, un ácido Sr. Chinarro y Goat, un grupo que la propia página del Primavera Sound describe como "A medio camino entre la psicodelia lunar y las músicas del mundo". Tuvimos tiempo para degustar una de esas cervezas de tamaño ridículo y precio irracional que se estilan en toda clase de festivales, y entre unas cosas y otras, se acercaba el momento para el cabeza de cartel.
Por fin, ahí estaba Brett Anderson, como si no hubiera pasado más de una década desde su "A New Morning", (Columbia Records 2002), el último disco de estudio de la banda antes de disolverse. Así pues, contra el paso del tiempo los británicos esgrimieron temas como "So Young"o "New Generation".
Con "Trash" y "Animal Nitrate" ya se habían ganado a un público más que entregado, que coreaba incansable todos los temas. Andesson, que se sabía triunfador, bajaba del escenario en el momento en el que empezaban a sonar los primeros acordes de "The Downers" y de nuevo con"For The Stranger" para dejarse abrazar por sus fans, que parecían sufrir un extraño momento de éxtasis noventero.
Después de todo, recurrir a éxitos de aquellos maravillosos años fue su mejor apuesta, y "The Beautiful Ones" de su álbum "Comming Up", (1996) dejó otro de esos momentos irrepetibles, uno de esos que te transportan en el tiempo y te recuerdan que tú estuviste allí, escuchándolo en cualquier bar, hace nada menos que 20 años.
Con "Trash" y "Animal Nitrate" ya se habían ganado a un público más que entregado, que coreaba incansable todos los temas. Andesson, que se sabía triunfador, bajaba del escenario en el momento en el que empezaban a sonar los primeros acordes de "The Downers" y de nuevo con"For The Stranger" para dejarse abrazar por sus fans, que parecían sufrir un extraño momento de éxtasis noventero.
Después de todo, recurrir a éxitos de aquellos maravillosos años fue su mejor apuesta, y "The Beautiful Ones" de su álbum "Comming Up", (1996) dejó otro de esos momentos irrepetibles, uno de esos que te transportan en el tiempo y te recuerdan que tú estuviste allí, escuchándolo en cualquier bar, hace nada menos que 20 años.